Segunda B
El Calahorra se atasca
Cinco partidos sin ganar en casa…son muchos partidos
El Calahorra se atasca sobre todo en casa. Son cinco partidos seguidos donde el Calahorra no sabe ganar en La Planilla y no podemos volver la cabeza hacia todos los lados y no buscar culpables. Hoy contra el Leinoa Miguel Sola ha cometido errores de salida y luego le cuesta demasiado reaccionar en buscar soluciones. Hay dos asignaturas que el Calahorra en casa no sabe gestionar, no se abre bien el campo y segundo…si te cuesta en casa dominar el centro del campo…prueba otro sistema, por ejemplo un 4-4-2 y jugando con la opción de Gabri.
El primer error parte de la alineación. No puedes prescindir en La Planilla de Yasin cuando es el que más profundiza. Hoy esa banda derecha con Regino y el “invitado” semana a semana Auzmendi ha sido una banda inútil. Todo se ha fabricado por la banda de Morgado y Rodrigo. El Calahorra no ha estado en el centro del campo en todo el partido y ha sido Parla el más culpable del desequilibrio…ha corrido como pollo sin cabeza, se ha entregado, pero sin colocación y sin darle salida al balón. Emilio ha comenzado bien y ha terminado peor…no ha encontrado línea de pase y demasiados balones hacia atrás y Adrien Goñi no le han dado juego, ha tenido que bajar demasiado y si baja…no está en las tres cuartas partes del campo donde es su espacio. Rodrigo sin culminar, Auzmendi nada y Ubis como siempre, peleándose con todos y muy solo. Los pocos minutos de Sergio Benito han sido mejores, que los noventa de algunos y ha demostrado buenas maneras.
El Leinoa es un equipo que sin ser ninguna cosa del otro mundo. Saben jugar juntos, presionan y saben a qué juegan. Nuestro paisano Fran Sota ha cumplido bien, pero me gusta más en la posición de media punta, que casi pegado a banda.
En el Calahorra poco que destacar y han cumplido Morgado, Yasín, Ubis y Sergio Benito. Pienso que Emilio estará más contento teniendo a Almagro al lado, que otros compañeros.
El árbitro ha sido “cantabrón” ósea de Cantabria, muy malo. Ha parado el juego demasiado, ha dejado que el partido no entrara en ebullición, dejando perder el tiempo a los vascos y hasta sus andares eran de “palomo”.
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