El Calahorra alineo a Gonzalo, Älvaro, Cristian, Barrio, Morgado, Almagro, Parla, Gabri, Adrien Goñi, Rodrigo y Obeng. Luego Javi Duro, Txomín y Barrón.

El partido comenzó con una alta presión de los locales durante veinte minutos y donde al Calahorra le costaba adaptarse al campo y ese empuje que apunto. Pasados esos veinte minutos, el Calahorra empezó a salir y hubo varios acercamientos.

El San Andreu tenía muy estudiado al Calahorra. Movían el balón atrás sin prisa y cargar el juego y las entradas por el lado derecho, donde Rodrigo baja su pistón defendiendo y donde Älvaro andaba más justo. La otra opción pase en busca de la espalda de los centrales y que crearon hasta tres veces, un dos contra dos con mucho peligro. Cristian y Barrio a base de pundonor y no arrugarse lo iban sacando. Otro de los defectos fue no cerrar bien…nuestros corners a favor o faltas…nos pillaban en superioridad en un par de ocasiones.

La expulsión terminó enchufando más a Rodrigo, Goñi y al propio Álvaro y el Calahorra dieron  la cara y no la perdió en el resto de partido. Un campo como el de ayer (en La Rioja no se lo permitirían tener a un equipo de Regional) pequeño, hierba artificial, un equipo enfrente que “repartía”, un ambiente cargado…yo me quito el sombrero ante todo el equipo y más por Almagro (donde lo han tenido arrinconado varios partidos) Parla, Gonzalo y Gabri. Otro que en su medida “dio” más que el callo fue Adrien y fenomenal siempre Morgado. Yo quiero jugadores como estos siempre en mi equipo.

El Calahorra con diez siguió intentándolo y hasta tuvo varias llegadas con peligro…una clarísima de Gabri. Txomín y Barrón, también lo intentaron y dieron profundidad.

Ese minuto 9 donde  hay una entrada a destiempo, con codo descarado de por medio a Parla y ese  minuto 30, que es cuando llega la expulsión de Cristian, marcan un partido, donde muy pocos  querían que a un modesto estuviera en la “ronda buena”.

Ahora mirarse las heridas o pensar que caer con dignidad vale para algo...no sirve de nada y es contraproducente. El domingo hay un partido de la competición que nos interesa y ante un rival directo. Queda curar las heridas interiores y exteriores y salir el domingo como toca en ese partido.